Mi conciencia en crecimiento de la presencia de Dios en mi vida me permite dejar ir la preocupación. Al activar el poder de la fe y vivir partiendo de ella, enfoco mi atención en el bien y acentúo lo positivo en toda situación. Elevando mis ojos por encima de cualquier apariencia de escasez, afirmo: Mi bien está aquí ahora. Tengo fe en el poder de Dios en mí y aplico rápidamente los regalos de sabiduría, comprensión y fortaleza. Tengo fe en el poder del bien. Aunque pueda no saber lo que vendrá, confío en el orden divino para que me revele mi mayor bien. Luego avanzo en mi vida, paso a paso, a oportunidades nuevas y mayores. Con fe, avanzo a un sentido de mayores posibilidades.
Texto devocional: El reino de Dios está entre ustedes.—Lucas 17:21