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lunes, 26 de marzo de 2018

Enfoco mi atención en la vida de Dios en mí, y mi vida es apacible y ordenada.

Cuando miro una imagen a través de una cámara o unos binoculares, puede que necesite ajustar el lente para un mejor enfoque. Ese ligero ajuste o cambio, me ayuda a tener una imagen más clara del objeto.
Esto también es cierto en mi vida. Cuando pienso en las experiencias que enfrento, las soluciones o resultados puede que no estén inmediatamente claros para mí. Mas un ajuste sencillo cambia mi enfoque de la duda o confusión a una plena confianza en Dios. La imagen se hace más clara.
Tengo una mejor comprensión de lo que necesito hacer y la seguridad de que todo está bien. Con mi enfoque claramente en Dios, tomo mayor conciencia del orden divino que siempre obra en mi vida.

Texto devocional:
Dirige la mirada hacia adelante; fíjate en lo que tienes delante de tus ojos.—Proverbios 4:25


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