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miércoles, 28 de marzo de 2018

Mi brújula interna me guía a los destinos mejores y más elevados.

Hay momentos en que me siento en una encrucijada, inseguro de dónde debo ir. ¿Cuál es el camino correcto? ¿Qué pasará si hago un giro equivocado? En vez de caer en la preocupación y la duda, me dirijo a mi brújula interna.
Encuentro un lugar donde puedo aquietarme y vincularme con la presencia crística. Al centrar mis pensamientos y enfocar mi atención hacia lo interno, encuentro claridad y un sentimiento de que estoy en lo correcto que viene con direcciones divinas. Las posibilidades surgen ante mí y me mantengo fuerte en mi creencia de que soy guiado de manera divina. Al avanzar, centro mi atención en el “verdadero norte” en mí. Ajusto mis pasos de acuerdo y llego a destinos mejores y más elevados.

Texto devocional:
Guíame, Señor, en tu justicia … endereza tu camino delante de mí.—Salmo 5:8


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