Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más

jueves, 16 de agosto de 2018

Doy y recibo una bendición cuando oro por otros.

Una parte muy importante de mi tiempo de oración es elegir orar por otros. Mi energía de oración los bendice, a menudo de maneras que puede que yo nunca llegue a saber. Cuando oro por otros, los mantengo en la luz de la paz y del amor. Esto es algo que las personas atribuladas y necesitadas no pueden hacer por sí mismas.
La situación está demasiado cerca y puede ser muy dolorosa para que ellas puedan ver más allá de ella. Sin embargo, yo puedo reconocer el Cristo cuando ellas no pueden. Sé que todo lo que necesitan para recibir el milagro está en ellas. Orar por otros tiene un efecto transformador. Las bendiciones que comparto expanden mi conciencia. Cada vez que oro por otros, yo soy bendecido con gozo y gratitud.

Texto devocional:
No ceso de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones.—Efesios 1:16


INDICE DE PUBLICACIONES