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lunes, 29 de octubre de 2018

DEJO IR Y PERMITO QUE DIOS SEA DIOS EN MÍ.

 Existe un poder y una presencia en el universo y en mí: Dios el bien. Al mantener esta Verdad en el corazón y contemplar sus muchos significados, pienso en el poder morador de Dios. Yo soy elevado en espíritu por sobre cualquier pensamiento negativo o preocupante. Tengo poder divino para alcanzar cualquier meta que me proponga.

 Más allá de saber que tengo dones divinos, sé que YO SOY divino. En cualquier dificultad que pueda enfrentar, afirmo: Dejo ir y permito que Dios sea Dios en mí. Al dejar ir, me alineo con mi naturaleza sagrada y expreso plenamente mi potencial. Si pensamientos negativos o limitantes surgen, los dejo ir. Al liberar lo que no promueve mi bienestar, creo un espacio para que nuevas bendiciones llenen mi vida.


Texto devocional:
Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón.—Jeremías 31:33


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