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domingo, 4 de noviembre de 2018

CON GOZO Y GRATITUD, RECIBO CON BENEPLÁCITO TODO EL BIEN DE DIOS.

El Evangelio de Lucas nos cuenta la historia de un padre que voluntariamente divide su propiedad entre sus dos hijos. Después de haber malgastado su herencia y sufrido extrema pobreza, el hijo más joven regresa a la casa de su padre. Cuando el muchacho declara que es indigno de ser llamado hijo, su padre responde dándole regalos y celebrando su regreso. ¡Con seguridad este joven experimentó la gracia!
Como el hijo pródigo, puede que a veces me sienta indigno. Mas los sentimientos de falta de perdón, tales como los sintió el hermano mayor, también bloquean el fluir del bien en mi vida. Al reconocer y dejar ir estos sentimientos y pensamientos, abro todo mi ser a la gracia de Dios. Con gozo y gratitud, recibo con beneplácito todo el bien de Dios.

Texto devocional:
El padre le dijo: “Hijo mío, tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo”.—Lucas 15:31


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