Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más

jueves, 8 de noviembre de 2018

PERDONO VOLUNTARIA Y AMOROSAMENTE.

Si llevara conmigo una bolsa con piedras pesadas y no pudiera ponerla en ningún lugar, ¿cómo me sentiría? Estaría agotado física, mental y emocionalmente. No podría hacer las cosas que deseo hacer por otros y por mí mismo. El no perdonar es similar; hace que yo sienta pesar, impactando la calidad de mi vida y mi habilidad para avanzar.
El perdón no significa que la ofensa nunca sucedió; significa que ya no le permito que rija mi vida. Perdonar es un proceso que toma tanto tiempo como sea necesario para sentirme libre. Comienzo estando dispuesto a liberar, dispuesto a ser el corazón y las manos del Espíritu permitiéndole que trabaje por medio de mí para sanar. Busco ayuda según la guía que reciba y sé que todo es posible con Dios.

Texto devocional:
Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar.—Mateo 11:28


INDICE DE PUBLICACIONES