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jueves, 13 de diciembre de 2018

Yo soy una creación de Dios, anclada firmemente en mi fe.

 Cuando me comprometo a algo: una relación personal, lograr una meta educativa, cuidar de una mascota, puede que enfrente nuevas responsabilidades. Pero cualquier velo de incertidumbre se levanta cuando me dirijo a mi interior, al lugar interno de unidad. Allí es donde me conecto con la Fortaleza y la guía del Espíritu.

 Me comprometo a llevar a cabo una práctica espiritual, orando y cuidando de mí. Todas las demás promesas, tareas y sueños son influenciados por este compromiso primario. Y soy una creación de Dios anclada firmemente en mi fe. Con la seguridad de esta herencia divina, sé que puedo dirigirme a mi interior como lo indicó Jesús: “Vengan… ustedes solos, a un lugar apartado, y descansen un poco”.


Texto devocional:
Esta esperanza mantiene nuestra alma firme y segura, como un ancla.—Hebreos 6:19


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