Los cuentos infantiles están llenos de maravillas. Me llevan a un lugar de gozo, creatividad y capacidad ilimitada gracias a la imaginación. ¡Qué bendición es sentir alegría! En mi vida cotidiana, puede que haya olvidado ese sentimiento que tuve de niño cuando veía el mundo como un lugar asombroso y lleno de aventuras. Puedo capturar ese sentimiento de nuevo, simplemente cambiando mi perspectiva. Así de fácil. Cuando veo al mundo con aprecio y maravilla, cultivo un espíritu curioso que se interesa. Siento aprecio por las cosas sencillas. Mi imaginación se remonta y creo que puedo hacer cualquier cosa que mi mente y corazón deseen. La vida es una aventura, y tengo fe en que cosas maravillosas vienen a mí.
Texto devocional: Hijo mío, entrégame tu corazón, y no apartes la mirada de mis caminos.—Proverbios 23:26