Los titulares en las noticias y las condiciones alrededor del mundo pueden decir una cosa, pero mi corazón sabe la Verdad: la libertad es un trabajo interno. Asumo mi responsabilidad para establecerla en mi vida y fomentarla en mi mundo. Cuandoquiera que me sienta tentado a confiar en las circunstancias del mundo externo por mi libertad, recuerdo acudir a mi interior. Allí, reconozco que mi espíritu es libre y que me apoya. Al repetir la afirmación de hoy en voz alta, afianzo su energía en mí. Luego la digo silenciosamente, llevando su significado a lo profundo de mi ser. Esta práctica espiritual me libera verdaderamente, y avanzo en este día con confianza y un sentimiento de bienestar.
Texto devocional: Miren cuánto nos ama el Padre, que nos ha concedido ser llamados hijos de Dios.—1 Juan 3:1
