Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más

lunes, 19 de marzo de 2018

Tengo el tiempo que necesito para hacer todo lo que tengo ante mí.

Si me encuentro con una infinidad de cosas por hacer, sé que necesito paciencia, particularmente si encuentro demora. Un desvío duplica el tiempo que me toma llegar al trabajo. Una llamada telefónica puede interrumpir mi rutina. Un fallo en la computadora causa complicaciones imprevistas. La manera cómo respondo a lo inesperado lo cambia todo.
Así que me detengo, respiro y afirmo: Tengo el tiempo que necesito para hacer todo lo que tengo ante mí. Evalúo mi lista de las cosas por hacer y reorganizo las prioridades. Soy bendecido con una mente en calma. Todas las piezas caen en su lugar perfectamente.
Descanso en la conciencia espiritual, confiando siempre en el orden divino. Hago lo que me corresponde hacer y estoy en paz.

Texto devocional:
¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!—Filipenses 4:13


INDICE DE PUBLICACIONES