No existe límite para la cantidad de cosas maravillosas que mi conciencia puede concebir. Hoy elijo enfocar mi atención en expresar el gozo que está en mí. Miro todo a mi alrededor y encuentro razones para sentirme alegre. Existen tantas manifestaciones especiales y asombrosas de la vida de Dios. No importa dónde esté, hay maravillas que admirar. Todo lo que tengo que hacer es ver con mis ojos espirituales. Cuando miro a la gente, veo más allá de su lenguaje y acciones externas al Cristo morador en ellas. Saber que todas esas personas son seres espirituales, tal como yo, me llena de gozo. También veo su potencial ilimitado. Reboso de gozo y gratitud porque soy un ser espiritual, uno con todos los seres.
Texto devocional: Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea completo.—Juan 15:11