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martes, 28 de agosto de 2018

Ésta es la hora y éste es el momento de liberarme de la duda.

 En el centro mismo de la preocupación está la duda. Si dudo que puedo lograr algo, puedo sugestionarme de que fallaré. La duda puede destruir aquello que realmente podría lograr.
 Encuentro liberación de la preocupación en la quietud de la oración y meditación —teniendo presente quién soy como creación de Dios. Comienzo a reclamar mi libertad de la duda retirándome a un lugar callado que me invite a la calma.
 Aquí, con confianza, acepto que con Dios, la fuente de todo bien, puedo lograr cualquier objetivo. Dirijo la energía que hubiera utilizado preocupándome para tomar acción positiva en asuntos diarios y monumentales. Ésta es la hora y éste es el momento de liberarme de la duda.

Texto devocional:
¿Quién de ustedes, por mucho que lo intente, puede añadir medio metro a su estatura?—Lucas 12:25


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