Cuandoquiera que necesite más fortaleza y energía, recuerdo que estoy conectado con la vida vibrante del universo. Afirmo mi conexión interna. Recuerdo que soy un ser de energía, plenamente vivo con la luz de vida, y listo para expresarla poderosamente. Yo he sido creado a la imagen y semejanza de Dios, y Dios siempre está fluyendo. Al beber de mi manantial de vida divina ilimitada, siento el avivamiento de esta energía extensa y poderosa. Es mi fuente de curación y bienestar. Gracias al poder magnetizador del amor divino, sé que puedo experimentar y expresar amor en cualquier momento y todos los días. Yo soy uno con la armonía y unidad del amor divino y estoy plenamente vivo con la luz de la vida divina.
Texto devocional: Pero el que se une al Señor, es un espíritu con él.—1 Corintios 6:17