Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más

martes, 23 de octubre de 2018

Acepto mi curación con todo mi corazón.

 Mi curación encuentra un hogar primero en mi corazón y luego fluye para hacerse cargo de mi cuerpo, mi mente y mi mundo. En vez de ser una experiencia pasiva, mi curación espera que la acepte vigorosa y enfáticamente. Dejo ir con fe en este torrente energético de energía que da vida. Para avivar mi salud, reconozco y afirmo mi unidad con Dios con fe inquebrantable.

 Me alineo gozosamente con este movimiento de vida en mi alma y dejo ir. Digo sí a la curación y permito que se exprese en mí, por medio de mí y como yo. A medida que la curación fluye del centro sagrado de mi ser hacia todo mi cuerpo, acepto los cambios beneficiosos que suceden en mí y en mi experiencia de vida. Acepto mi curación con todo mi corazón.


Texto devocional:
Tu luz brillará como el alba, y muy pronto tus heridas sanarán.—Isaías 58:8


INDICE DE PUBLICACIONES