Como todo en el universo, yo soy una expresión de energía divina. ¡Yo soy una vibración de gozo! Tomo tiempo para apreciar cada momento con ojos positivos y agradecidos. Encuentro deleite tanto en los acontecimientos aparentemente triviales de la vida como en los importantes. El gozo es una parte innata de mi ser y no depende de condiciones, personas ni cosas. Al permanecer con mi atención centrada en esta cualidad divina, busco el bien en toda situación. Hermanos míos, considérense muy dichosos. —Santiago 1:2
Texto devocional: Hermanos míos, considérense muy dichosos. —Santiago 1:2