Si limito mis ideas de prosperidad solo al éxito o a las posesiones materiales, pierdo la oportunidad de disfrutar de abundante prosperidad. Yo soy próspero cuando vivo en cooperación con el fluir universal de abundancia presente por doquier. ¡Vivo y respiro en Dios! Lo único que alguna vez podría faltar es mi conocimiento acerca de esta verdad. Mantengo mi conciencia avivada en mi centro sagrado. Inhalo, y me conecto con el fluir espiritual. Exhalo, y me vinculo con el fluir universal. Veo con nuevos ojos los recursos indicados para lograr grandes cosas. Escucho con nuevos oídos palabras sabias que me guían hacia lo mejor, y siento con un corazón nuevo la guía divina que ya está disponible para mí. Vivo en el fluir de abundancia infinita.
Texto devocional: Si obedecen a Dios y le sirven, Dios les concede días de paz y bienestar.—Job
