Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más

martes, 16 de octubre de 2018

Encuentro el consuelo que busco cuando me dirijo a mi interior.

Cuando me siento incómodo, es natural buscar alivio. Mas en vez de tratar de escapar o evitar estos sentimientos, acepto la invitación que me ofrecen —llegar a la razón de por qué los tengo. La valentía para hacerlo es avivada cuando recuerdo que nunca estoy solo. Dios es todo lo que existe, y yo soy parte de ese todo. Vivo y respiro en Dios, y Su presencia en mí me da la fortaleza para enfrentar y superar cualquier cosa

 Si siento temor o enojo, tomo tiempo para aquietarme y preguntarme por qué me siento así. Llevo mi conciencia al corazón y permito que el amor fluya por mi cuerpo con cada latido. Descanso y dejo ir la tensión producto de la resistencia. Encuentro el consuelo que busco cuando me dirijo a mi interior.


Texto devocional:
Yo soy tu Dios. Yo soy quien te da fuerzas, y siempre te ayudaré.—Isaías 41:10


INDICE DE PUBLICACIONES