Mis pensamientos de prosperidad encuentran expresión de muchas maneras. Disfruto de una abundancia de amor, paz, salud y felicidad, y tomo tiempo cada día para apreciar mis bendiciones. Las bendiciones también se expresan cuando enfoco mi pensamiento creativo en mis finanzas. No hago caso a mi ego, sé que no hay nada que temer. Yo soy uno con la Mente divina, y el miedo no tiene lugar en mi conciencia. Yo soy guiado a las decisiones que fomentan la prosperidad en mi vida. Avivo mi gratitud para que ésta disuelva cualquier sentido de escasez que yo pueda tener. Cada día, en momentos callados de meditación, aprecio las muchas expresiones de prosperidad en mi vida.
Texto devocional: El que poco siembra, poco cosecha; y el que mucho siembra, mucho cosecha.—2 Corintios 9:6
