Soy uno con el orden divino del universo.

El sol sale y se pone cada día, las estaciones cambian cada año, y mi cuerpo se renueva y revitaliza a cada momento. Existe un orden sorprendente que obra en mí y a mi alrededor —un orden divino.
No importa lo que suceda en mi vida, confío en el orden del universo. Sé que el sol continuará resplandeciendo y la tierra rotando. Puedo estar seguro de que mi corazón palpitará regularmente y mi sangre fluirá libremente. Este conocimiento me proporciona un sentimiento profundo de paz y consuelo y me recuerda que nunca estoy solo. Avanzo seguro en el amor de Dios en una conciencia de balance, y doy gracias por el orden divino que regula mi cuerpo y bendice mi vida.

Texto devocional:
Aunque no dejó de manifestar su poder al enviarnos toda clase de bienes, pues del cielo nos viene la lluvia, que hace fructificar la tierra.—Hechos 14:17

Yo soy guiado por la sabiduría y el amor divinos en mí.

La sabiduría y el amor divinos viven en mí como energía universal y armonizadora. Utilizo esa energía durante la oración y meditación, confiando en que el Espíritu en mí es la fuerza que guía mi vida.
Con sabiduría espiritual, afirmo: “Puedo hacer todo por medio del amor divino en mí. Reconozco el Espíritu amoroso en mí y en todos los hombres, las mujeres y los niños. Mis pensamientos, palabras y acciones están dirigidos para promover el bien, la pureza, la salud y la perfección en mi vida y en el mundo. Utilizo la sabiduría y la comprensión divinas como un mapa para que guíe lo que debo pensar, decir y hacer. Como una creación de la sabiduría y el amor, yo soy guiado en todo lo que hago”. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.—Juan 15:10

Texto devocional:
Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.—Juan 15:10

Encuentro gozo al ser quien soy verdaderamente.

El gozo es una cualidad interna. Yo soy naturalmente gozoso, y aprovecho toda oportunidad para irradiar alegría y entusiasmo. Permito que el júbilo resplandezca desde mi alma como un faro. Mi vida refleja satisfacción y paz verdaderas y duraderas.
Mi felicidad no depende de circunstancias externas sino de mi actitud. Así que determino pasar tiempo en oración. Desarrollo una conciencia profunda de las cualidades del gozo y de la paz —las cuales son la esencia de mi ser. La felicidad es resultado de mi gozo interno. A través del día, voy a mi interior para avivar la dicha en mí. Esto me ayuda a responder positivamente a cualquier situación. En lugar de enfocar mi energía en un reto, busco la bendición que contiene. Elijo la felicidad.

Texto devocional:
Nuestra boca se llenará de risa; nuestra lengua rebosará de alabanzas.—Salmo 126:2

La energía divina impregna todo lo que hago.

Hoy elijo honrar la naturaleza sagrada del mundo a mi alrededor impregnando todo lo que hago con amor y agradecimiento. Siento el amor y la gratitud divinos como una luz sosegadora que emana de mi corazón para bendecir a otros.
A medida que la luz se expande, permito que infunda toda célula de mi cuerpo, irradiando de mí y bañando todo a mi alrededor con energía sagrada. Permito conscientemente que esta energía fluya a todo lo que toco a medida que reconozco la esencia divina en todo y en toda persona, actividad y objeto. Dondequiera que vaya, el gozo, la paz y el aprecio van conmigo y delante de mí como la energía sagrada del Espíritu que todos compartimos.

Texto devocional:
Pero si envías tu espíritu, vuelven a la vida, y así renuevas la faz de la tierra.—Salmo 104:30

El amor existe como múltiples expresiones en mi vida.

Así como un rayo de luz se convierte en un arcoíris cuando pasa por un prisma, el amor existe en una variedad de expresiones. Jesús, el Maestro Supremo, a menudo nos dirigía al amor en toda situación. Al saber que Dios está presente en todas partes —a mi alrededor, en mí y como yo— aprovecho cada oportunidad de ser el amor divino en expresión.
Al apreciar la naturaleza, expreso amor. En contemplación silenciosa y en un canto gozoso, expreso amor. Al relacionarme con mi familia, amigos, compañeros de trabajo y hermanos y hermanas en todo el mundo, expreso amor. En mi trabajo, en mis momentos de recreación y en mi creatividad, mi servicio a los demás y en mi práctica espiritual, expreso amor.

Texto devocional:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.—Marcos 12:30

Edifico mi vida paso a paso.

Hoy tomo un momento para reflexionar acerca del progreso de mis intenciones de nuevo año. Puede que haya logrado algunas y todavía esté trabajando en otras. Si fallo o dejo las cosas para después, sé que no es demasiado tarde para recobrar mi energía. Me hago una pregunta sencilla. ¿Y ahora?
No necesito tomar decisiones acerca del resto de mi vida —simplemente he de pensar en lo próximo. Al hacerlo, edifico mi vida paso a paso. Pero antes de dar el paso mental en cuanto al futuro, me dirijo al Espíritu en mí.
Eso da a mi próximo paso significado, propósito y claridad. Fervorosamente, tomo en consideración lo que debo hacer, sabiendo que yo soy apoyado espiritualmente a todo lo largo del camino.

Texto devocional:
Tus pasos no encontrarán obstáculos, y cuando corras no tropezarás.—Proverbios 4:12

Con fe, avanzo a un sentido de mayores posibilidades.

Mi conciencia en crecimiento de la presencia de Dios en mi vida me permite dejar ir la preocupación. Al activar el poder de la fe y vivir partiendo de ella, enfoco mi atención en el bien y acentúo lo positivo en toda situación.
Elevando mis ojos por encima de cualquier apariencia de escasez, afirmo: Mi bien está aquí ahora. Tengo fe en el poder de Dios en mí y aplico rápidamente los regalos de sabiduría, comprensión y fortaleza.
Tengo fe en el poder del bien. Aunque pueda no saber lo que vendrá, confío en el orden divino para que me revele mi mayor bien. Luego avanzo en mi vida, paso a paso, a oportunidades nuevas y mayores. Con fe, avanzo a un sentido de mayores posibilidades.

Texto devocional:
El reino de Dios está entre ustedes.—Lucas 17:21

¡Saludo la vida con un sí resonante hoy!

Las palabras son símbolos que utilizamos para expresar nuestros pensamientos, sentimientos e intenciones. Cada expresión demuestra nuestra energía. La palabra sí es particularmente poderosa. Un sí sincero abre nuestros corazones y declara: “Estoy listo, dispuesto y soy capaz”.
En su libro Los cinco principios, Ellen Debenport dice: “Cada pensamiento, cada sentimiento es una oración. Y la respuesta siempre es sí”. El universo opera en un fluir divino, en una energía cooperativa de creación y crecimiento perpetuos, buscando alinearse y apoyar aquello que mantenemos en nuestra conciencia. Cuando vivimos en la vibración energética del sí, todo lo que encontramos es recibido con una conciencia expansiva de aceptación y voluntad.

Texto devocional:
Porque todas las promesas de Dios en él son “Sí”.—2 Corintios 1:20

Yo soy un canal de compasión para los demás y para mí.

El maestro espiritual Eckhart Tolle dijo acerca de la naturaleza humana: “Ustedes creen en sus juicios acerca de los demás y luego los tratan como si dichos juicios fueran ciertos”. Puede que no esté consciente de mi crítica. Quizás sea una señal de que necesito curación, compasión y una mente abierta. Si esto sucede, me dirijo a mi corazón y abro un canal para la compasión.
Estoy consciente de lo que tengo en común con los demás: desear ser aceptado, formar parte de algo, sueños y metas. Al no enfocarme en lo que nos separa, veo que somos las valiosas creaciones de Dios: perfectas, completas y sanas. Trato a los demás como me gustaría ser tratado y oro por sus necesidades y sueños, por toda la paz, el amor y la abundancia que desean.

Texto devocional:
Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, del Padre de las luces.—Santiago 1:17

Las posibilidades se convierten en realidades al vivir consciente de mi potencial.

Cuando pienso, hablo y actúo partiendo de la presencia de Dios en mí, lo hago con confianza. Al vivir en el momento, estoy despierto y atento a la presencia de la vida divina. Tal conciencia me motiva a sentar la base para los deseos de mi corazón.
Edifico sobre esa base, tomando en consideración diferentes opciones y haciendo lo que siento que es correcto para mí. Quizás desee utilizar mejor mis talentos o habilidades mediante una nueva carrera o como voluntario. Sé que he de esforzarme, mas el esfuerzo en sí me proporciona satisfacción. Una seguridad tierna que emana de las profundidades de mi alma me coloca en el camino del progreso. Las posibilidades se convierten en realidades al vivir consciente de mi potencial.

Texto devocional:
Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.—Mateo 6:21

Busco el bien en todo y en todas las personas.

El libro de Génesis narra la historia de José, un joven que fue vendido como esclavo por sus hermanos. Sin embargo, aun ante tal injusticia, José tuvo presente siempre que “Dios cambió todo para bien”. Este conocimiento le sirvió como base para el perdón.
Lo que quiera que enfrente en la vida, proclamo el bien en todo. Gracias a mi fe, mi enfoque permanece en mis habilidades espirituales para transformar circunstancias en oportunidades que benefician a todos. Debido a que mi habilidad para trabajar pacíficamente a través de todo aumenta, mi capacidad para dejar ir y perdonar es fortalecida. Siento la libertad y el gozo que produce el perdón absoluto. Busco el bien en todo y en todas las personas.

Texto devocional:
Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió todo para bien.—Génesis 50:20

Siento gratitud por todo lo que soy y por todo lo que espero experimentar.

Hoy pienso en las intenciones que me he fijado para el nuevo año y tomo tiempo para reflexionar en lo que es importante para mí. Al hacerlo, mi corazón se llena de gratitud por todo lo que yo soy, por todo lo que tengo y por todo lo que deseo expresar en mi vida.
Hago de la gratitud una prioridad. Determino expresar agradecimiento tanto como me sea posible. Elijo mis palabras con cuidado y propósito. Sé que cada palabra dicha con cortesía bendice a los demás. Finalizo mi día con oraciones de gratitud, pensando en los momentos que tuvieron un significado especial. Mi corazón agradecido, mis palabras y acciones consideradas abren el camino para que bendiciones maravillosas fluyan a mí.

Texto de de hoy:
Texto bíblico DevocionaL:Den gracias a Dios en todo, porque ésta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.—1 Tesalonicenses 5:18

El hogar es la conciencia de que dondequiera que estoy, Dios está.

Al reflexionar en lo que la palabra hogar significa para mí, sé que no está limitada a un lugar externo. El hogar puede encontrarse en mi corazón. Mis pensamientos pasan de estructuras físicas a recuerdos y a las emociones que evocan.
Estoy en mi hogar cuando dirijo mis pensamientos a la vida divina en mí. Siento que me dan la bienvenida a casa cada vez que me dirijo a mi interior y me conecto con el Espíritu. Con mi atención centrada en la conciencia de mi unidad, me siento seguro y en paz. La búsqueda por mi hogar puede llevarme por muchos caminos, incluyendo la religión, estudios espirituales y la práctica de la meditación. Estas experiencias me enseñan que el hogar es la conciencia de que ¡dondequiera que estoy, Dios está!

Texto devocional:
Pero Dios es quien nos hizo para este fin, y quien nos dio su Espíritu.—2 Corintios 5:5

YO SOY amor, paz y compasión.

Aunque interactúe con el mundo a mi alrededor, mantengo mi atención centrada en mi interior. Para alinear lo que hago con lo que soy, primero reflexiono acerca de mis actitudes internas. La cualidad que elija da forma a la acción que llevo a cabo. Cuando elijo amor, paz y compasión, hasta las tareas más sencillas se convierten en una bendición.
Si mis actividades no producen los resultados que deseo, hago una pausa para identificar lo que elijo ser. Quizás me he apartado del camino por las presiones del día. Hago una pausa por un momento y respiro profundamente. Puedo elegir de nuevo ahora mismo. Me comprometo a ser amor, paz y compasión y permitir que mi luz divina resplandezca.

Texto devocional:
Revístanse de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia.—Colosenses 3:12

La vida sanadora del Espíritu llena mi cuerpo de energía.

La vida divina es una energía sanadora que mora en mí. Activo esta energía mediante el poder de mis palabras. Creo un sistema dinámico de afirmaciones y respiraciones profundas —expresando la verdad de mi ser y dejando ir cualquier temor o duda. ¡YO SOY sano, estoy gozosamente vivo!
Cada vez que exhalo, dejo ir cualquier creencia de que algo menos que la vida divina mora en mi cuerpo. Recuerdo que la vida sanadora e ilimitada del Espíritu en mí es mayor que cualquier apariencia de enfermedad. Cada afirmación que digo refuerza mi energía, vibrando en cada célula de mi ser. Cada vez que exhalo, la resistencia al fluir libre de la vida sanadora en mí cesa. La vida sanadora del Espíritu llena mi cuerpo de energía.

Texto devocional:
Por eso, no nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven.—2 Corintios 4:18

Yo soy libre con la libertad del Espíritu.

Los titulares en las noticias y las condiciones alrededor del mundo pueden decir una cosa, pero mi corazón sabe la Verdad: la libertad es un trabajo interno. Asumo mi responsabilidad para establecerla en mi vida y fomentarla en mi mundo.
Cuandoquiera que me sienta tentado a confiar en las circunstancias del mundo externo por mi libertad, recuerdo acudir a mi interior. Allí, reconozco que mi espíritu es libre y que me apoya.
Al repetir la afirmación de hoy en voz alta, afianzo su energía en mí. Luego la digo silenciosamente, llevando su significado a lo profundo de mi ser. Esta práctica espiritual me libera verdaderamente, y avanzo en este día con confianza y un sentimiento de bienestar.

Texto devocional:
Miren cuánto nos ama el Padre, que nos ha concedido ser llamados hijos de Dios.—1 Juan 3:1

La paz y presencia de Dios moran en mí y en mis seres queridos.

La luz, el amor, el poder y la presencia de Dios están conmigo siempre —emanando de mí todo el tiempo. Aun ahora estoy envuelto en la luz divina, y encuentro seguridad al afirmar esta verdad en cualquier momento. Con un solo pensamiento puedo redirigir mi atención hacia la paz de saber que estoy protegido.
La sabiduría y fortaleza infinitas están disponibles cuandoquiera que tenga que tomar una decisión con respecto a bienestar y guía. Si son necesarias acciones rápidas, soy guiado instantáneamente. La misma energía divina que fluye por medio de mí también fluye por medio de mis seres queridos. Sé que en ellos existen los mismos atributos del Espíritu morador.

Texto devocional:
¡Aparte de nuestro Dios, no hay otra Roca! Dios es quien me infunde fuerzas; Dios es quien endereza mi camino.—Salmo 18:32